Caída en la madriguera del Conejo es el segundo episodio de la primera temporada de la serie Alicia en el País de las Maravillas. Está basado en el capítulo 1 del libro Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y en el capítulo 2 de A través del espejo y lo que Alicia encontró allí de Lewis Carroll. Fue estrenado en 1983. Se emitió en TVE2 el 01/07/1986.
Argumento[]
Cuando el padre de Alicia se encuentra con que sus adoradas petunias han sido todas aplastadas y mordisqueadas por Benny Bunny, éste la reprende severamente. Después de la reprimenda, Alicia entra en casa, pero se aburre porque su hermana está leyendo un libro sin dibujos. Entonces, la niña ve al Conejo Blanco cruzar su jardín, y comienza a perseguirle hasta su madriguera. A través de ella, cae por segunda vez, pero en esta ocasión la caída se prolonga varios minutos, durante los cuales Alicia aprovecha para entregar a Benny un regalo: un pantalón rojo de peto. Una vez en el fondo de la conejera, Alicia y su mascota se encuentran de nuevo en la sala de las puertas, sólo que esta vez todas están cerradas. Afortunadamente, la niña encuentra la llave de una puertita que conduce al campo, pero es tan pequeña que no puede cruzar por ella. Encuentran una taza de té sobre una mesita de cristal, y Alicia la bebe, comenzando al instante a menguar de tamaño. Solo que, para cuando ya se ha hecho pequeña, se dan cuenta de que se han dejado la llave sobre la mesa, y ahora ya no pueden alcanzarla. Por suerte, siempre pueden empujar la mesita para que la llave caiga. Y eso es precisamente lo que hacen, consiguiendo su objetivo al momento. Una vez hecho esto, abren la puertita y salen al campo. Allí, Alicia bebe de una gota de rocío para recobrar su tamaño usual, y luego comienza a hablar con un macizo de flores parlantes. Algo después llega al lugar la Reina de Corazones con todo su ejército de naipes, sin darse cuenta de que así va a aplastar todo el macizo. Afortunadamente, Alicia hace frente a la monarca y da tiempo a las flores para que se escondan bajo tierra. Sin embargo, al suceder esto, en vez de encontrarse mirando a las flores habladoras, Alicia se halla súbitamente contemplando, arrepentida, las destrozadas petunias de su padre.