Alicia en el País de las Maravillas Wiki
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'''''Niño de pura y despejada frente '''''es un poema incluido en la novela de 1865 ''[[Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas|A]] través del espejo y lo que Alicia encontró allí'' escrito por el escritor británico [[Lewis Carroll]], seudónimo de [[Charles Lutwidge Dodgson]]
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'''''Niño de pura y despejada frente '''''es un poema incluido en la novela de 1865 ''[[Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas|A]] través del espejo y lo que Alicia encontró allí'' escrito por el escritor británico [[Lewis Carroll]], seudónimo de [[Charles Lutwidge Dodgson]].
   
 
El poema es una introducción a la novela que [[Carroll]] dedica a [[Alice Liddell]], niña de sus sueños, a pesar de que la edad los separe.
 
El poema es una introducción a la novela que [[Carroll]] dedica a [[Alice Liddell]], niña de sus sueños, a pesar de que la edad los separe.

Revisión del 18:19 14 jun 2010

Niño de pura y despejada frente es un poema incluido en la novela de 1865 A través del espejo y lo que Alicia encontró allí escrito por el escritor británico Lewis Carroll, seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson.

El poema es una introducción a la novela que Carroll dedica a Alice Liddell, niña de sus sueños, a pesar de que la edad los separe.

Texto

Niño de pura y despejada frente
en cuyos ojos brilla el asombro de un sueño:
aunque el tiempo pase raudo y quiera
que media vida me separe de la tuya,
tu tierna sonrisa acogerá con gozo
el regalo, lleno de amor, de un cuento.
No he visto tu cara radiante de luz
ni he oído la caricia de tu risa de plata;
la memoria de tu joven vida no guardará
luego de mí recuerdo alguno...
¡Básteme ahora que quieras escuchar
el cuento que te voy a contar!
Una historia que comenzó en días ya pasados
en el bochorno de una tarde de verano...
Una simple canción servía para impulsar
el ritmo de nuestro remar...
sus ecos perviven aún en la memoria; los años
envidiosos no lograrán hacérmelos olvidar.
¡Ven pronto y escucha, pues! Antes de que esa voz
venga a anunciar la terrible nueva
¡y ordene acostarse a la melancólica joven
en ese lecho que tan poco desea!...
Amada: no somos más que niños grandes
que se agitan en vano cuando llega la hora de dormir.
Afuera, triunfan los hielos y azotan las nieves,
brama la locura desatada del vendaval...
Dentro, nos acoge el rescoldo del hogar
y el nido feliz de la niñez.
Quedarás prendado por las mágicas palabras:
dejará de atemorizarte el furor de la tormenta.
Y aunque la sombra de un suspiro
quizá lata a lo largo de esta historia,
añorando esos "alegres días de un estío de antaño"
y el recuerdo desvanecido del verano ya pasado...
no ajará con su infeliz aliento
la gracia encantada de nuestro cuento.

Varios

El verso en que Lewis Carroll menciona "los alegres días de un estío de antaño" transcribe las últimas palabras del libro Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.